Una vez pasado ese cierto Rubicón que ha supuesto para nosotros el décimo aniversario, aquí estamos, dispuestos a continuar. A seguir proponiendo encuentros, a permanecer propiciando aquellos acontecimientos sonoros que, a nuestro juicio, merecen la pena y alimentan el alma de todos aquellos y aquellas que creemos que lo manido, reiterativo, repetido y condicionado no es precisamente aquello que más conviene a la salud del espíritu y a la conciencia de una vida creativa y lúdica. Quizás con más modestia que nunca, quizás con más contacto con la realidad que nunca y con más conocimiento de causa que nunca, nos aprestamos a levantar los pies del suelo únicamente para volar al percibir la creación de esos hermosos universos sonoros, nuevos, atrevidos, sugerentes y emocionantes, que se gestan y producen en espacios como los que nuestra pequeña y querida aula propone… si quieres, vente,enriquécete y enriquécenos, únete a nosotros para paladear la música, las músicas insospechadas pero profundamente deseadas que, sin duda, nos esperan.
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